lunes, 28 de febrero de 2011

Descuido, negligencia o indiferencia

Las bellezas naturales, la producción turística y hasta la cultura del paisaje que representa a la región, se vieron ensombrecidas por el infortunio de la política.

Las cámaras de Ruta 40, registraron uno de los paisajes más desagradables a los que nos viene acostumbrando la política, sobre todo en época de campaña.

Si bien los cruces partidarios y las internas, dejan entrever, varias veces, el desmedro de uno de las más nobles actividades de la humanidad, fruto de los enfrentamientos, insultos, bajezas y hasta amenazas que se utilizan desde algunos sectores partidarios, la conclusión podría ser que todavía no está todo dicho. Ese paisaje que opera en forma contraria a los intereses de la comunidad, contrasta ahora con el otro paisaje, el de la belleza natural, mancillado, por quienes al parecer, no tienen otra cosa que hacer más que dañar al ambiente.

Mucho se ha dicho sobre las pegatinas y los afiches electorales, incluso, las normas tienden prohibirlos siempre que alteren los bienes públicos o privados, habida cuenta de que, finalizados los momentos electorales, lamentablemente, son pocos los que se acuerdan de volver a la limpieza original al sitio elegido. Con el testimonio fotográfico, la pregunta es ¿qué pasa cuando se utiliza un lugar que es de todos y que además hace al patrimonio cultual y natural de la región?.

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