miércoles, 23 de febrero de 2011

Denuncian a remisero irascible

El trabajador del volante habría golpeado a un chico de 16 años porque le hizo señas en la calle. La madre radicó la denuncia y esperan una respuesta de la justicia.

La hermana del menor agredido, identificada como María Lucía Lostra, contó que” fue horrible el momento que pasamos porque el remisero estaba totalmente sacado, fuera de sí y no había forma de parar tanta violencia junta. La verdad es que tuve miedo por mi hermano y me metí en su defensa”.

“Cuando se fue, lo único que alcance a hacer fue tomarle la patente del auto, es un Corsa Gris, 5 puertas, GKR 700, al servicio de remisería Patagonia”, detalló.
El hecho ocurrió en la tarde del viernes pasado, aunque recién tomó trascendencia ayer.

Según lo relatado, alrededor de las 19, por 25 de Mayo iba el adolescente en bicicleta acompañado por su hermana y la novia de su hermano (en moto). A la altura del hospital, el auto de alquiler con pasajeros a bordo y a buena velocidad, les tocó bocina porque ocupaban parte de la calzada. Eso sirvió para que el jovencito le hiciera señas preguntando con la mano “¿qué te pasa?”.

El incidente parecía que no pasaba de allí, aunque en contados minutos vieron otra vez llegar al remisero, quien los siguió durante tres cuadras. Finalmente, atravesó el auto frente a la bicicleta, se bajó y comenzó a patear las ruedas. Como el chico cayó al suelo -según relataron las propias victimas-, no tuvo mejor idea que emprenderla a puntapiés y golpes de puño contra el menor, que en la vereda trataba de esquivarse.

Al parecer, cuando quiso intervenir la hermana, también la ligó. Relataron que el hombre recién desistió de su accionar violento cuando advirtió que un ocasional testigo se acercaba a la escena, entonces se subió al auto y huyo del lugar.

Precisamente, como estaban en las cercanías de la guardia hospitalaria, primero concurrieron hasta allí para que el muchacho golpeado reciba las primeras curaciones y se reponga. Ya con el certificado médico en la mano, la madre de B.L. radicó la denuncia en la sede policial y elevó copia a la fiscalía a cargo del expediente.

Ante la insistencia de la mujer y de otra joven testigo, la recepcionista de la remisería Patagonia proporcionó el nombre del iracundo sujeto, identificado como O.M.
La progenitora del chico agredido estimó que “no puede ser que una persona así ande por la calle pegándole a la gente y que nadie haga nada. En este caso, es aún más grave porque se trata de un menor de edad,”.

Enseguida se preguntó “qué hace un tipo de estas características psicológicas manejando un remise, en contacto directo y permanente con personas”.

Insistió en saber “por qué tipo de control o evaluación psicológica pasan estos trabajadores para ejercer como chofer, llevando pasajeros”.

A su criterio, “alguien de la justicia tiene que hacer algo, no se puede ir por la vida atropellando y golpeando gente y mucho menos a un menor”.

B. L, cumplió 16 años en diciembre pasado, es de contextura chica, delgado, mide aproximadamente 1,60 de estatura “lo que lo puso en total indefensión ante el remisero agresor, un hombre de unos 35 años de edad”, estimaron.

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