jueves, 24 de febrero de 2011

Aseguran que el crimen del pub fue “de manera artera, sin pelea, ni motivación”

El fiscal y el abogado querellante coincidieron en pedir una condena de 15 años para Cristian Ortega (33), con domicilio en Lago Puelo, a quien acusan de dar muerte a Diego Benítez (25), el joven de Allen que pasaba unos días de vacaciones en El Bolsón.

Según el alegato final del abogado Rodolfo Rodrigo, quien representa a la familia de la victima, aquel episodio “rozó la alevosía”, y en ese caso, el hecho “se castigaría con prisión perpetua”.
En cambio, para el fiscal de Cámara, Carlos López, se trató de una agresión “artera, sin sentido e inesperada”.

La muerte del turista se produjo a las 6.50 del 27 de febrero de 2010 en el interior del pub “La Casona”, ubicado sobre avenida San Martín, a poco que ingresara junto a un grupo de amigos y tras un cruce de palabras con Ortega, quien habría ingresado un rato antes y alcoholizado luego de compartir un asado en Lago Puelo.

De acuerdo a lo que mostraron las pruebas y testimonios del juicio desarrollado hasta el miércoles en los tribunales de Bariloche, el homicida sacó un cuchillo y le asestó una puñalada a su contrincante que “ingresó en el hipocondrio derecho, perforó el hígado y le ocasionó una hemorragia que derivó en pocos minutos en su defunción”.

En el proceso comparecieron varios testigos de aquella noche, quienes alcanzaron a escuchar una discusión que empezó en la barra por un par de anteojos que llevada puestos Diego Benítez y que Ortega decían que eran suyos.

En tal circunstancia, sin que medie otro motivo porque “no se conocían” los presentes observaron que el victimario “echó el cuerpo hacia atrás y sacó un puñal”.

Varios creyeron ver un golpe “o un empujón”, pero lo cierto es que el joven allense se tomó la panza e informó “me pinchó”.

El propio acusado brindó una versión diferente ante los jueces, luego desestimada. Su abogado, Hugo Cancino, recordó que por aquellos días -y antes de que la policía buscara a Ortega-, “hubo otros sospechosos, alguno con nombre y apellido”.

El letrado trató de desacreditar los testimonios incriminatorios y habló también de “la ingesta de alcohol”. Desde su visión, el proceso judicial puntó a “una caza de brujas”, al tiempo que remarcó que “lo importante no es que se condene a alguien, sino que se condene al autor”.

Al final, terminó pidiendo “la absolución” de su cliente, aunque “en forma subsidiaria” que le impongan el mínimo para el homicidio simple, que es de 8 años de prisión, “atendiendo a que no tiene antecedentes penales”.

Hace un año, cuando ocurrió el incidente, el municipio local clausuró el pub céntrico durante varios días aduciendo “anormalidades”, entre ellas un detector de metales que “no funcionó o al que nadie le prestó atención”.

Cabe recordar que Ortega, fue rastreado durante varios días por policías de El Bolsón y Lago Puelo ante la presunción que había huido a pie hacia Chile. Finalmente terminó entregándose ante el fiscal Francisco Arrien luego de permanecer oculto en la casa de sus parientes y tras una conversación con una hermana, quien lo convenció de aceptar los cargos.

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